El teatro y la dramatización están presentes continuamente en la actividad infantil. Los niños juegan constantemente a interpretar papeles, a cambiar su rol, esto es lo que llamamos el juego simbólico. La dramatización va un poco más allá y, si bien es cierto que su base está es el juego simbólico, la primera recoge aspectos más amplios, como la escena en la que gira la acción, los personajes y el guión. Muchos expertos definen, de hecho, la dramatización como el juego simbólico estructurado.
Lo que es evidente es que es un recurso estupendo para trabajar múltiples aspectos, y por ello, lo hemos elegido para la sesión de hoy. Nuestros maravillosos actores se han convertido esta tarde en artistas de circo: payasos, malabaristas, bailarinas, trapecistas… Sobra decir que el espectáculo ha sido un éxito, no solo porque han disfrutado muchísimo, si no porque han desarrollado habilidades de expresión oral y corporal, han aprendido a escuchar las ideas del otro, a debatirlas y ha consensuarlas, han construido un escenario fantástico, lleno de creatividad e ilusión y-en definitiva-han creado una auténtica obra teatral, controlando todos los aspecto básicos (el tiempo, el escenario, el guión, la voz). Esta tarde han y hemos disfrutado de este recurso tan especial y divertido. Os esperamos en el próximo espectáculo. ¡Hasta pronto!
Si os ha interesado podéis seguir leyendo en: